Todos los que somos practicantes de algún deporte, ya sea de manera profesional o popular, vivimos a lo largo de nuestra vida, algunas jornadas épicas, que nos vienen inmediatamente a la cabeza, cuando pensamos en alguna prueba que recordemos con especial cariño. Sin duda, las 12 horas de resistencia de nordic walking que vivimos el pasado día 1 de mayo, pasará a englobar una de esas competiciones.
Comentar en una crónica todas las experiencias que vivimos ese día los walkers, es prácticamente imposible ya que la cantidad de vivencias y emociones que se pueden vivir a lo largo de 12 horas de intenso esfuerzo es innumerable. Pero valga este pequeño resumen. Para los que no conozcáis la disciplina de nordic walking, comentaros que básicamente consiste en marchar con unos bastones específicos para este deporte manteniendo siempre un pie y un bastón en contacto con el suelo. Queda totalmente prohibido correr, trotar o evolucionar en cualquier otra técnica deportiva.
Comentar en una crónica todas las experiencias que vivimos ese día los walkers, es prácticamente imposible ya que la cantidad de vivencias y emociones que se pueden vivir a lo largo de 12 horas de intenso esfuerzo es innumerable. Pero valga este pequeño resumen. Para los que no conozcáis la disciplina de nordic walking, comentaros que básicamente consiste en marchar con unos bastones específicos para este deporte manteniendo siempre un pie y un bastón en contacto con el suelo. Queda totalmente prohibido correr, trotar o evolucionar en cualquier otra técnica deportiva.
La prueba de resistencia se celebró en las pistas de atletismo de Igualada y fue organizada por la empresa Nordicwalkingseries conjuntamente con el club esportiu Calafell Runners. Además contó con la colaboración del Patronato municipal de deportes de Igualada, Unidad de Medicina Deportiva y Rehabilitación del Hospital de Sant Rafael de Barcelona y la revista Aire Libre – Corricolari.
Desde mi punto de vista, tuvo todo lo que se le puede pedir a una competición deportiva de primer nivel, ya que gozamos de una organización impecable. Cuando se trata de una prueba de tantas horas es imprescindible que todo esté perfectamente planificado. El esfuerzo al que están sometidos los deportistas participantes, hace imprescindible que se tengan previstas todas las posibilidades y contingencias que puedan ocurrir. Y en Igualada no falló nada. En este sentido cabe destacar a:
- Jueces: desde la federación andaluza de atletismo realizaron un gran esfuerzo enviando a jueces de primer nivel, que velaron por el correcto cumplimiento del reglamento; y contaron con los mejores medios técnicos, para que los walkers estuviéramos informados en tiempo real, a través de una pantalla gigante, de las vueltas que llevábamos completadas, del tiempo realizado en cada vuelta, además de los kilómetros completados.
- Asistencia logística: Fundamental para una prueba de este calibre, la verdad es que fue inmejorable. Todos los corredores disponíamos de una zona personal de boxes donde se nos suministraron hasta cuatro tipos de cremas para masaje en función de la necesidad: articulaciones, frío, calor o relajante. Y la zona de avituallamiento con fruta, bebidas isotónicas, coca-cola, agua, frutos secos… ¡hasta había torrijas!
- Asistencia sanitaria: Dispusimos de servicio de fisioterapeuta y de asistencia sanitaria que tuvieron bastante trabajo, sobre todo para curar las ampollas que se van formando a lo largo de la carrera, y para atender los mareos e hipotermias que se produjeron en algunos deportistas (entre ellos a mí), al finalizar la prueba después de doce horas de esfuerzo.
- Grandísimos deportistas: no estaban todos los que son, pero sí fueron todos los que estaban. Todos los participantes, además de tener un gran nivel de preparación, respetaron de manera estricta el reglamento establecido por la organización, y fueron un ejemplo de compañerismo y camaradería. Especialmente emocionante fue el momento en el que estaba a punto de batir el record del mundo Iñaki, y en el que todos los participantes, además de los asistentes, estuvimos animándole y disfrutamos como si el record fuera nuestro. Algún día le diré a mis nietos: “yo estuve allí”.
- Records del mundo: Nuevo récord del mundo por equipos el conseguido por Alessia Bertolino y Toni Duart con una distancia de 86km 987m 90cm y 217 vueltas en un tiempo de 11:58:25
En categoría femenina María Naveira nuevo récord del mundo con 68km 333m 30cm y 170 vueltas en un tiempo de 11:56:46
En categoría veteranos el récord conseguido por Rafael Gómez con una distancia de 73km 16m y 32cm y 182 vueltas en un tiempo de 11:58:03
Y en categoría Master 45 el nuevo récord del mundo en pista de 12 horas de resistencia en Nordic Walking en 89km 158m y 3cm, dando 222 vueltas y conseguido por el "walker" Ignacio Pérez Álvarez de Elgoibar (Guipuzkoa) de la asociación Aspanogi, que realizó una extraordinaria competición manteniendo siempre una excelente técnica y un mejor ritmo.
¡Enhorabuena a todos!
- Compañerismo y camaradería: Ya he comentado este aspecto a nivel de los walkers. Pero ¿qué decir de los familiares y acompañantes que configuraban los equipos de asistencia? Terminaron formando un único equipo en el que nos proporcionaban asistencia a todos los “walkers” independientemente de los colores a los que representábamos. Ellos sí que nos dieron un ejemplo de ética y solidaridad en el deporte.
- Espíritu solidario: Nordicwalkingseries, la empresa organizadora del evento, tiene previsto celebrar el Campeonato de España de nordic walking el próximo 9 de Octubre, el cual, además de estar patrocinado por la revista Aire Libre, está incluido dentro de las denominadas “Carrera de la Solidaridad ”, aportando 1 euro de cada una de las inscripciones a proyectos de cooperación al desarrollo llevados a cabo en África y Latinoamérica. Todo un gesto que les honra.
Una prueba de resistencia es algo totalmente diferente a las carreras populares (generalmente de 10 kms.) que solemos realizar los domingos que nos permiten nuestro estado de forma y nuestros compromisos familiares o laborales.
Si a esto le añadimos que se trata de 12 horas de nordic walking, dando vueltas a una pista de atletismo de 400 metros de cuerda, podéis haceros a la idea de que no se trata sólo de tener buena forma física, sino una gran entereza mental para superar los varios momentos de crisis que se pasan a lo largo de la competición, y los dolores consecuencia de calambres, ampollas, dolores musculares…
Para mí, fue fundamental el apoyo incondicional de mis padres que hicieron de inigualables asistentes de equipo, así como del ánimo que nos proporcionaron el público, jueces y organizadores. Pero tenía una motivación adicional. Si terminaba la prueba, el equipo solidario al que pertenezco, el Club de Corredores del Grupo de Seguros ECI, dona, al igual que cada carrera en la que participamos, una cantidad de dinero a una causa solidaria (en concreto 0,30 € por cada minuto cuando corremos a pie y 0,20 € cuando practicamos nordic walking).
Personalmente, durante la competición, he reído con las bromas y comentarios de otros participantes y acompañantes de éstos, he sufrido muchísimo por el cansancio que se va acumulando a lo largo de las horas y por el dolor de músculos que en mi vida habría imaginado que tenía dentro de mi cuerpo, he llorado de dolor por las ampollas que se multiplicaban y se hacían cada vez más grandes, me he emocionado cuando Iñaki batió el record del mundo, me he mareado y sufrido una pequeña hipotermia que superé rápidamente gracias a la intervención de los equipos de asistencia… pero lo que queda dentro de mí, ahora que han trascurrido unos días, es el sentimiento de orgullo de haber terminado la prueba y haber contribuido a una causa solidaria, el aprendizaje que he obtenido de los grandísimos consejos de un profesional como Toni Duart, así como la sensación de nostalgia hacia las maravillosas personas (organizadores, jueces, asistentes y deportistas) con las que compartí ese intenso y maravilloso día. Sin embargo, por encima de todo, comienza a crecer la ilusión por participar de nuevo en las 12 horas el próximo año.
Comenzamos la prueba el día 1 de mayo a las 9 de la mañana siendo un grupo de walkers de diferentes equipos, unos jueces y diversos equipos de asistencia, y terminamos a las 9 de la noche convertidos en una piña de amigos amantes del nordic walking, felicitándonos mutuamente por la gesta conseguida, y deseando vernos al año que viene.
En Igualada os esperamos a todos los que queráis vivir esta experiencia....!
RELATO DE: Faustino Sánchez
Madrid, 3/05/2011
Madrid, 3/05/2011