Muchas veces hablamos de los estudios médicos, biomecánicos... que avalan la efectividad de la marcha nórdica frente a otras actividades físicas, como el caminar sin bastones o el correr.
La mayoría de estudios realizados comparando los resultados de dos grupos de control, demuestran que la marcha nórdica es una actividad saludable y "rentable" desde el punto de vista de resultados / tiempo de dedicación.
Desde los primeros estudios realizados por Robaidek en 1989, sobre el incremento del trabajo cardio respiratorio en los practicantes de Exerstrider ( el nordic walking no existía formalmente). O el famoso estudio de incremento de gasto calórico del Instituto Cooper en Dallas, prácticamente cada año surgen al menos un estudio referente a esta actividad.
La gran mayoría de estos estudios tienen origen es Estados Unidos o en paises nórdicos. Pero los investigadores españoles, que no tienen nada que envidiar a los de otras nacionalidades, tenían que ponerse en esa labor y colaborar en los trabajos que no hacen más que demostrar científicamente lo que muchos ya notamos en nuestros cuerpos empíricamente. Y es el efecto beneficioso de la marcha nórdica.
Por ese motivo os presentamos el primer estudio serio, llevado a cabo por un investigador español. Se trata del equipo formado por Alberto Encarnación, Manuel Zarzoso, Pedro Pérez y Salvador Llana, de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del deporte de la Universidad de Valencia.
Este estudio sobre la distribución de la presión plantar en los practicantes de marcha nórdica, ha sido publicado ya hace un año y ha servido de base para las ponencias de diversos congresos.
Pensamos que resulta interesante darle una lectura al extracto del trabajo, a pesar de los diferentes conceptos técnicos utilizados y que pueden resultar complejos. Concluye con una demostración de la efectividad y beneficio de la marcha nórdica.
Os dejamos el documento en PDF para que podáis descargarlo o leerlo directamente.
Fuente: Urban-Walking